Soy Licha, la hermana menor de Alfredo. Quisiera ser una gran oradora, para platicarles todas las bendiciones que trajo Alfredo a mi vida. Se me ocurre, sin embargo, las dos únicas experiencias que tuve con él en la montaña. La primera de ellas, fue mi ascenso al Amalacasco. Tendría yo cosa de 18 años y me invitó a acompañarlo. Nos bajamos del tren y empezamos a caminar. Había una extensión de un valle muy grande y caminábamos y caminábamos y nunca llegamos al dichoso cerro. Para no desanimarme sólo me decía “ya aquí tras esta loma llegamos” Por fin llegamos a la cima y la recompensa fue muy agradable. Me dio un fuerte abrazo. No sé ni cómo llegué a la estación para tomar nuevamente el tren de regreso a casa. El otro cerro que subí con él, solos los dos, fue al Tepozteco. Lo iba siguiendo casi a rastras pues teníamos que regresar al coche donde la familia nos estaba esperando. Lo que recuerdo al llegar a las ruinas fue como mi pobre corazón latía. Sin embargo lo disfruté mucho pues me sentía guiada por un gran explorador. Pienso que el Destino se portó un poco injustamente hacia mi. Todo el empeño por subir cerros me lo quitó Alfredo. Esas fueron mis dos experiencias triple A. Las ganas por explorar montañas se las llevó todas él. Es imposible hablar de Alfredo solamente porque también la suerte le hizo conocer y amar a Male, mi hermana mayor. No sé de dónde sacaba tanta fuerza para acompañarlo. No solamente en la montaña, sino haciendo maravillas para que nunca faltara su excursión. Luego llegaron mis sobrinos: Alfredito y Male con quienes realizó también muchas excursiones. A mí solamente me dejó la vida el tener la dicha de convivir con ellos. ¿Cómo olvidar también Acapulco, nuestros baños en Hornos y después de la siesta las puestas de sol. Nos quedábamos largo tiempo entrada la noche ya fuera en La Quebrada o en Pie de la Cuesta. Después nuestros torneos de golfito que tomábamos tan en serio que por ahí han de estar todavía algunas de las copas que ganó. Les gustaba mucho cantar tanto a él como a Male. De Pie de la Cuesta a Acapulco no nos faltaba cantar el “voy por la vereda tropical...” Ojalá y donde quiera que estén haya muchas montañas porque estoy segura que mi hermanito va a seguir siendo muy feliz conquistando nuevas cumbres. Un recuerdo y un beso con todo mi amor.
Hola , fuí amigo de tu abuelo y beneficiario de sus conocimientos, en mi tiempo de Director Nacional de Escuelas de Alta Montaña de Cruz Roja Mexicana fue Instructor Nacional y Asesor, sus manuales fueron básicos para la formación de los nuevos Rescatistas, ojala pueda establecer contacto con su familia, me acabo de enterar de su partida, Ricardo Rodríguez Deméneghi
Hola Ricardo, buenas tardes. Muchas gracias por tus amables palabras sobre mi padre. Te envío la liga de una página que estaba desarrollando para tener información de él y comentarios como el tuyo de sus amigos, ojalá puedas accederla: https://sites.google.com/d/1_RyNjmQUDSSoc3YBQCsKy3XSjdecAG9D/p/19oV8pVapD7Fc6oW210USRApLjezYrLAO/edit
Como te digo es una página en desarrollo, la compartiré con otros de sus amigos también para que ojalá por este medio podamos compartir algunos de sus recuerdos. El 10 de Marzo próximo cumplirá 2 años de haber fallecido.
Un saludo y esperemos compartir algunos recuerdos por este medio.
Hola soy Laura Marcela nuera de Alfredo Careaga P. si dos años ya de su partida.... Así es fue un gran hombre, y tuve la gran experiencia de compartir muchas excursiones en familia con mis hijos, Alfredo y Andoain, mi querida suegra Malena y Male mi cuñada y por supuesto con mi esposo Alfredo su amado hijo y compañero también de grandes logros y experiencias en la montaña y de toda una trayectoria de cumbres y proyectos. Si, deja un gran legado a todos los que tuvimos la suerte y hermosa experiencia de conocerlo y por supuesto también para los que no lo tocaron tan de cerca, pues una de sus más grandes ocupaciones y no digo "preocupaciones" era enseñar y motivar para que muchos conocieramos lo que el ya conocía. Seguramente ahora está haciendo las más bellas montañas y cumbres, inimaginables aún para él "para el mismo guía" pues ahora tiene un Gran Guía llamado Dios.
Muchas gracias amor por tus palabras y sentimientos hacia él. Parece que no solo dejo una huella física en la montaña sino huella en muchos de nosotros. Gracias.
Recuerdo su entusiasmo a la hora de subir cualquier cerro... Las pequeñas montañas de Acapulco eran tan dignas de escalar como el Popocatepetl. Y qué decir de la subida a la Bufa... con la noche estrellada y las tortillas recién hechas. Además, he tenido la suerte de aprender mucho sobre México con él. Siempre recordaré que para los mexicas el dinero era el cacao. ¡Qué buen maestro era que, además, te contaba todo con humor! Cada vez que voy de senderismo y veo cualquier paisaje con montañas, pienso en él. Y cuando tengo la suerte de contemplar la grandeza del Mont-Blanc, lo siento muy cerca de mí, siempre en mi corazón.
Mi cuñado Alfredo Careaga Pardavé, es un referente en el montañismo mexicano. Fue siempre muy generoso y dedicó su vida a su pasión, el montañismo y a enseñar y guiar a quien fuera que se lo pidiera. Recuerdo aquellas entrañables conversaciones de sobremesa los sábados por la tarde en casa de sus padres, mis suegros, y como seguíamos con atención sus aventuras y hazañas, ya fuera escalando los picos más altos del cinturón que rodea al Valle de la Ciudad de México, o las cumbres más altas de todos y cada uno de los estados mexicanos o bien las cumbres más emblemáticas de muchos otros países. Fue un hombre pleno y feliz que consiguió todos sus sueños, y eso no es poco. ¡Un brindis en su memoria!
El Parque Nacional de Yellowstone era uno de los favoritos de mi tío. Él fue el primero que me habló de Old Faithful. Ahora que vivo cerca de ahí y he podido visitarlo en persona, pude compartirlo con él, aunque fuera por teléfono. Se acordaba de pequeños detalles que quizás se le hubieran pasado por alto a otra persona, y que yo sólo recordaba porque acababa de volver. También recuerdo los viajes a Teotihuacán. Qué increíble privilegio de haberlo tenido de guía. Menos épicas pero igual de memorables son nuestras comidas de fin de semana y las cenas de Navidad. Nunca se perdió ninguno de mis cumpleaños. Compartíamos la afición a Cole Porter y una aversión al chile. Ahora que escribo estas líneas pienso en todo lo que me enseñó y es mucho.
Buenas tardes ese gran hombre era mi abuelo y ante todo los conocimientos que nos compartió a sus hijos y nietos con nada lo pagó fue un hombre en todos los sentidos y sobre todo tube la dicha que estube hasta el final de sus días y como él decía vivió a su manera con grandes conocimientos, un esposo ejemplar y un gran hombre de familia como te extraño
Mí abuelo decía que la montaña es el gran maestro ya que te enseña sobre Geografía, Historia, Antropología, Biología, Astronomía, Botánica, Zoología... en fin, de todo! Estoy de acuerdo con él pero para a mí, él fue el gran maestro. Durante el tiempo que pasamos juntos principalmente en la montaña, o de camino a ella(s), me enseñó 5 cosas que van más allá de tantos nombres de cerros y sus alturas, nombres de ríos y los estados que cruzan, caminos y a donde llevan, nombres de estrellas y las constelaciones que forman, tipos de rocas y como se forman, tipos de plantas, significados etimológicos y curiosidades históricas. A mí, lo que me enseñó mi abuelo fue: 1) aprender a través cuestionar y explorar, 2) compartir lo que uno aprende 3) tener buen sentido del humor, ser humilde y tratar con respeto a todo mundo, 4) siempre asombrarse con la belleza a nuestro alrededor; y la más importante, 5) hacer lo que te hace feliz.
Mi abuelo tenía razón en cuanto a que la montaña enseña tantas cosas, y que para poder adquirir este conocimiento uno tiene que estar dispuesto y abierto a obtenerlo a través del cuestionamiento y la exploración. Mi versión de su pensamiento se extrapola a la naturaleza en general y sus diferentes aspectos geográficos, incluyendo la montaña, el mar, el cielo, los ríos, y los habitantes de estos entornos. Nada de esto lo hubiera podido comprender sin las enseñanzas de mi abuelo impartidas tanto directamente cuando se tomaba el tiempo e interés de explicarme tantas cosas, así como indirectamente a traves de su ejemplo cada Domingo. Sabes que significa la palabra México? me preguntaba... Cómo es que la gente no sabe lo que significa el nombre de su propio país?! Sabes porqué se llamaba La Malinche? Sabes cómo se llama ese cerro? Sabes qué estrella es esa? Sabes cómo se forman estas rocas? Por donde crees que nos lleve este camino en lugar de aquel? Mucho se habla del gran excursionista que era mí abuelo. No se habla tanto del gran maestro que también fue. Estoy seguro que muchos de sus alumnos en la escuela en la que impartía clases de Geografía lo sabían y lo apreciaban así. Yo lo sé porque tuve la gran fortuna de ser su nieto. Me enseñó tantas cosas incluyendo que de nada sirve aprender a partir de ese cuestionamiento y exploración si todo este aprendizaje no se comparte. Esto lo hacía un gran maestro y guía. Su memoria y habilidad de compartir lo que sabía era extraordinaria y era capaz de hacerlo con todos, nuevos y viejos amigos, niños, jóvenes y adultos. Escribió mucho: guías, listas, reportajes de revista, una guía/enciclopedia de México! (junto con otro de mis grandes maestros por cierto - mi papá!). Compartió mucho de su aprendizaje a través de la fotografía y la narración. Ver sus fotos proyectadas desde un carrusel en la mesa de su comedor mientras narraba cada detalle de cada una de ellas era mil veces mejor que ver cualquier película en el cine. Siempre tenía su cámara a la mano, siempre tomando fotos, siempre documentando de forma escrita o visual todo lo que veía y experimentaba, fuera un nuevo paisaje o cerro, o a sus amigos y familiares mientras compartían con él alguna excursión o evento familiar.... Párate!, párate aquí tantito, rápido!.. sólo tomo una foto de este atardecer (en este mismo punto, en esta misma carretera que he recorrido docenas de veces, pero que me sigue maravillando). No importaba cuantas veces hubiera visto el mismo paisaje, él siempre le iba a encontrar algo diferente y hermoso para justificar otra foto (y de las que no se podían borrar). (Continua abajo)
(continuación) Mí abuelo tuvo tanto éxito explorando y abriéndose camino por tantos lugares remotos y no tan remotos, nacionales e internacionales, debido a su gran habilidad de relacionarse con la gente, por su apertura a aprender de ellos y probablemente no tan conciente habilidad de proyectarse como alguien genuino en su interés y convicciones de explorar y simplemente lograr llegar a otra cumbre. Recuerdo una excursión, probablemente la única que hicimos solos él y yo, para subir un cerro en medio de un fraccionamiento muy exclusivo en Acapulco Diamante. Para llegar ahí y después de negociar con el guardia de seguridad, él mismo nos sugirió una 'ruta alterna' para no tener que pasar por la caseta (brincandonos una barda). Llegamos a la cumbre y de regreso para no ser identificados subimos riéndonos al colectivo que sacaba del fraccionamiento a la gente de Acapulco que proporcionaba servicios domésticos en las casas del fraccionamiento... Hijole cuate! Lo hicimos!... mientras a la vez le platicaba a media combi nuestra hazaña que para mí fue comparable con haberlo acompañado a subir el Mont Blanc.
La pasión de mí abuelo eran los cerros, las cumbres, saber todos sus nombres y alturas y conquistarlas todas. Lo demás no importaba tanto y de alguna manera algunos elementos de la vida cotidiana representaban obstáculos para conquistar sus pasiones. Algunos pudieron o pueden hoy en día interpretar esto como un acto egoísta. Al contrario y yo nunca lo ví así. Su pasión pudo haber involucrado cerros, playas, ríos, libros, bicicletas, coches, restaurantes, no me importa. La razón principal por la que mí abuelo es mí héroe es porque él tenía muy claro lo que lo hacía feliz y a su vez lo que lo hacía ser la mejor persona que podía ser, y nada se interpuso en su camino para serlo. Esto es algo que muy muy poca gente tiene la convicción, suerte?, dicha , claridad de realizar. Esta es, desde mi punto de vista, la principal razón por la que mi abuelo, Alfredo Careaga Pardavé, fue tan exitosos y respetado en lo que hizo - el alpinismo. Porque de ninguna manera comprometió su pasión por otras prioridades en la vida incluyendo aspectos de bastante peso como trabajo, familia, amigos, finanzas. El resultado para él y su legado, es y fue, el total opuesto al egoísmo, ya que como lo explique antes, siempre se dedicó también a compartir lo que aprendía durante su búsqueda y realización de su felicidad. Egoístas son los que no comparten su propia felicidad, pasión y aprendizaje. Su compromiso consigo mismo es a su vez la razón por la que tanta gente lo llamo guía y maestro y por la que tanta gente buscaba su conocimiento, la razón la que tanta gente lo acompañó a lo largo de su vida y carrera como excursionista, y por la que lo llamaban amigo, la razón por la que mí mamá y mi papá (gracias a los dos por honrar y continuar de muchas formas con sus enseñanzas) lo quisieron tanto y extendieron su amor por la naturaleza y exploración a mí y mí hermano, y fue también la razón por la que yo trato de extender algo de esto a mis amigos y familiares incluyendo a mis hijos. Su compromiso consigo mismo y su felicidad es la razón por la que yo y muchos fuimos tan felices a su lado, compartiendo tanto y es la razón por la que a dos años de su partida lo extraño tanto. Pero así también es la razón por la que siempre estará conmigo y por la que siempre estaré tan orgulloso de él. Él, siempre franca y claramente lo aceptó y lo manifestó por medio de sus acciones y muy clara y explícitamente cuando cantaba con esa picara expresión en sus ojos - A mí manera!
Aprovecho para también recordar y mencionar a mi abuela Malena, de la cual también junto con mí abuelo aprendí tanto de lo que acabo de mencionar. No me cabe duda que sin ella mí abuelo no hubiera sido capaz de vivir lo que vivió y comprometerse a su pasión como lo hizo. Mi abuela no fue una gran mujer detrás de un gran hombre sino una gran mujer a un lado de un gran hombre. Ella compartía la misma felicidad con mí abuelo y predicaba a través de su ejemplo y narración sus mismas enseñanzas y a la vez crío a su familia. Ella siempre estuvo con mí abuelo (hasta donde la salud se lo permitió), en cada comida los Domingos en lo alto de una nueva cumbre pero también en cada desayuno y cena de Lunes a Sábado, ella se aseguró que los gastos salieran y se puedieran hacer milagros para viajar al extranjero y conquistar caminos y montañas en lugares desconocidos, ella siempre estuvo ahí los Domingos caminando a su lado para llegar a la cumbre y también todos los días de la semana asegurándose que su campamento base - su hogar - siempre les permitiera salir a explorar, aprender, compartir, reír, asombrarse ... ser felices.
El hombre más sabio que he conocido más que un abuelo un padre, guía y protector cada día, cada hora jugando enseñándome a vivir la vida con sus altos y sus bajos momentos, a reírse de la vida y a aprender a sonreír, escucharlo cantar y contar una y otra vez todas esas historias que en vida tuvo la dicha de realizar, ahora se que está de nuevo feliz porque está con mi abuela y con mi mamá además de con todos sus amigos que lo han alcanzado ahora subiendo cada montaña que se encuentra en donde esté, eso gran hombre es mi abuelo Alfredo quien ahora a pesar de su partida me sigue enseñando lo que realmente valen la pena y lo que es necesario dejar en el pasado, la familia sigue recordándoles y pensando que ahora de nuevo es feliz como siempre lo fue
Siempre me arrepentiré de nunca haber aprovechado la gran oportunidad que tenía de haber subido algún pequeño cerro aunque fuera , con el ; el poder compartir su conocimiento y su visión, aún así siempre reflejo su pasión y su gusto y siempre fue, es, un ejemplo
Recuerdo, alguna vez, hace muchos, muchos años, en nuestros paseos anuales al Puerto de Acapulco, haber visto a mi primo Alfredo dejar por ese dia el disfrute de la playa para dirigirse, lleno de emocion a subir el cerro de La Pinzona. Su mirada era brillante, la mirada del que va a realizar lo que mas ama en la vida. Regreso mas tarde, sudoroso y tostado por el sol, los ojos brillantes y satisfechos. Alfredo conocio la felicidad, la encontraba ahi, en la cumbre de la montaña, frente al sol, frente al cielo, a plenitud. Recuerdo a mi primo Alfredo, ...siempre hablaba de cerros.
Muchas gracias a todos los que pusieron tan gratos recuerdos y pensamientos. Estoy seguro que le hubiera gustado compartirlos, re vivirlos y comentarlos con entusiasmo con todos nosotros. Espero lo hayamos tenido en nuestra mente y memoria, ahora después de estos 2 años. Gracias.
Que gusto leer todos y cada uno de sus recuerdos en especial saber cosas que no se cuentan tan seguido y solo espero que esté con sus dos mujeres que tanto amo mi abuelita y mi mamá vas malenas y por la gran pasión de sus fotografías que tanto acomodaba y acomodaba y sus hermosas platicas en las cuales no podíamos hacer nada de ruido ya que las acoplaba con música en su grabadora y como olvidar a la maestra de ortografía osea mi abuelita que todo el tiempo le ayudaba extraordinarias personas gran familia la que tuve
En 1978 don Alfredo Careaga Pardavé, escaló una de las Montañana mas altas de Sinaloa Los Frailes. Esta Montaña es emblemática de San Ignacio, Sinaloa hoy pueblo mágico. Dado que soy el cronista oficial de este pueblo, estoy buscando documentar la expedición que encabezó don Alfredo. Se que publicó un relato en la revista México desconocido, por lo que les solicito ayuda para poder tener alguna copia de su relato y así documentar adecuadamente este importante acontecimiento e integrar la información a los guias de turistas quienes comentan el acontecimiento. Deseamos citar adecuadamente el Nombre y los datos de cuando esta montaña fue escalada por don Alfredo. Muchas gracias por el apoyo. mi correo para para recibir información es manjarrez58@yahoo.com.mx
Muchos buenos recuerdos y experiencias con mi abuelo Alfredo. Siempre compartiendo sus sabiduria de las montanas.
ResponderEliminarAsí es mi hijo, lindos recuerdos y muchas excursiones en familia.
EliminarSoy Licha, la hermana menor de Alfredo. Quisiera ser una gran oradora, para platicarles todas las bendiciones que trajo Alfredo a mi vida. Se me ocurre, sin embargo, las dos únicas experiencias que tuve con él en la montaña.
EliminarLa primera de ellas, fue mi ascenso al Amalacasco. Tendría yo cosa de 18 años y me invitó a acompañarlo. Nos bajamos del tren y empezamos a caminar. Había una extensión de un valle muy grande y caminábamos y caminábamos y nunca llegamos al dichoso cerro. Para no desanimarme sólo me decía “ya aquí tras esta loma llegamos”
Por fin llegamos a la cima y la recompensa fue muy agradable. Me dio un fuerte abrazo. No sé ni cómo llegué a la estación para tomar nuevamente el tren de regreso a casa.
El otro cerro que subí con él, solos los dos, fue al Tepozteco. Lo iba siguiendo casi a rastras pues teníamos que regresar al coche donde la familia nos estaba esperando. Lo que recuerdo al llegar a las ruinas fue como mi pobre corazón latía. Sin embargo lo disfruté mucho pues me sentía guiada por un gran explorador. Pienso que el Destino se portó un poco injustamente hacia mi. Todo el empeño por subir cerros me lo quitó Alfredo.
Esas fueron mis dos experiencias triple A.
Las ganas por explorar montañas se las llevó todas él.
Es imposible hablar de Alfredo solamente porque también la suerte le hizo conocer y amar a Male, mi hermana mayor. No sé de dónde sacaba tanta fuerza para acompañarlo. No solamente en la montaña, sino haciendo maravillas para que nunca faltara su excursión.
Luego llegaron mis sobrinos: Alfredito y Male con quienes realizó también muchas excursiones. A mí solamente me dejó la vida el tener la dicha de convivir con ellos. ¿Cómo olvidar también Acapulco, nuestros baños en Hornos y después de la siesta las puestas de sol. Nos quedábamos largo tiempo entrada la noche ya fuera en La Quebrada o en Pie de la Cuesta. Después nuestros torneos de golfito que tomábamos tan en serio que por ahí han de estar todavía algunas de las copas que ganó.
Les gustaba mucho cantar tanto a él como a Male. De Pie de la Cuesta a Acapulco no nos faltaba cantar el “voy por la vereda tropical...”
Ojalá y donde quiera que estén haya muchas montañas porque estoy segura que mi hermanito va a seguir siendo muy feliz conquistando nuevas cumbres.
Un recuerdo y un beso con todo mi amor.
Hola , fuí amigo de tu abuelo y beneficiario de sus conocimientos, en mi tiempo de Director Nacional de Escuelas de Alta Montaña de Cruz Roja Mexicana fue Instructor Nacional y Asesor, sus manuales fueron básicos para la formación de los nuevos Rescatistas, ojala pueda establecer contacto con su familia, me acabo de enterar de su partida, Ricardo Rodríguez Deméneghi
ResponderEliminarHola Ricardo, buenas tardes. Muchas gracias por tus amables palabras sobre mi padre. Te envío la liga de una página que estaba desarrollando para tener información de él y comentarios como el tuyo de sus amigos, ojalá puedas accederla: https://sites.google.com/d/1_RyNjmQUDSSoc3YBQCsKy3XSjdecAG9D/p/19oV8pVapD7Fc6oW210USRApLjezYrLAO/edit
ResponderEliminarComo te digo es una página en desarrollo, la compartiré con otros de sus amigos también para que ojalá por este medio podamos compartir algunos de sus recuerdos. El 10 de Marzo próximo cumplirá 2 años de haber fallecido.
Un saludo y esperemos compartir algunos recuerdos por este medio.
Perón la liga es: Perdón la liga es: https://sites.google.com/view/alfredocareagapardave2/inicio
ResponderEliminarMuchas gracias Ricardo. Que bueno saber del legado de mi abuelo. Ya mañana a dos años de su partida. Saludos!
ResponderEliminarHola soy Laura Marcela nuera de Alfredo Careaga P. si dos años ya de su partida.... Así es fue un gran hombre, y tuve la gran experiencia de compartir muchas excursiones en familia con mis hijos, Alfredo y Andoain, mi querida suegra Malena y Male mi cuñada y por supuesto con mi esposo Alfredo su amado hijo y compañero también de grandes logros y experiencias en la montaña y de toda una trayectoria de cumbres y proyectos. Si, deja un gran legado a todos los que tuvimos la suerte y hermosa experiencia de conocerlo y por supuesto también para los que no lo tocaron tan de cerca, pues una de sus más grandes ocupaciones y no digo "preocupaciones" era enseñar y motivar para que muchos conocieramos lo que el ya conocía.
ResponderEliminarSeguramente ahora está haciendo las más bellas montañas y cumbres, inimaginables aún para él "para el mismo guía" pues ahora tiene un Gran Guía llamado Dios.
Muchas gracias amor por tus palabras y sentimientos hacia él. Parece que no solo dejo una huella física en la montaña sino huella en muchos de nosotros. Gracias.
EliminarRecuerdo su entusiasmo a la hora de subir cualquier cerro... Las pequeñas montañas de Acapulco eran tan dignas de escalar como el Popocatepetl. Y qué decir de la subida a la Bufa... con la noche estrellada y las tortillas recién hechas. Además, he tenido la suerte de aprender mucho sobre México con él. Siempre recordaré que para los mexicas el dinero era el cacao. ¡Qué buen maestro era que, además, te contaba todo con humor! Cada vez que voy de senderismo y veo cualquier paisaje con montañas, pienso en él. Y cuando tengo la suerte de contemplar la grandeza del Mont-Blanc, lo siento muy cerca de mí, siempre en mi corazón.
ResponderEliminarEFRAIN GONZÁLEZ
EliminarMi cuñado Alfredo Careaga Pardavé, es un referente en el montañismo mexicano. Fue siempre muy generoso y dedicó su vida a su pasión, el montañismo y a enseñar y guiar a quien fuera que se lo pidiera.
Recuerdo aquellas entrañables conversaciones de sobremesa los sábados por la tarde en casa de sus padres, mis suegros, y como seguíamos con atención sus aventuras y hazañas, ya fuera escalando los picos más altos del cinturón que rodea al Valle de la Ciudad de México, o las cumbres más altas de todos y cada uno de los estados mexicanos o bien las cumbres más emblemáticas de muchos otros países. Fue un hombre pleno y feliz que consiguió todos sus sueños, y eso no es poco.
¡Un brindis en su memoria!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarEl Parque Nacional de Yellowstone era uno de los favoritos de mi tío. Él fue el primero que me habló de Old Faithful. Ahora que vivo cerca de ahí y he podido visitarlo en persona, pude compartirlo con él, aunque fuera por teléfono. Se acordaba de pequeños detalles que quizás se le hubieran pasado por alto a otra persona, y que yo sólo recordaba porque acababa de volver. También recuerdo los viajes a Teotihuacán. Qué increíble privilegio de haberlo tenido de guía. Menos épicas pero igual de memorables son nuestras comidas de fin de semana y las cenas de Navidad. Nunca se perdió ninguno de mis cumpleaños. Compartíamos la afición a Cole Porter y una aversión al chile. Ahora que escribo estas líneas pienso en todo lo que me enseñó y es mucho.
EliminarBuenas tardes ese gran hombre era mi abuelo y ante todo los conocimientos que nos compartió a sus hijos y nietos con nada lo pagó fue un hombre en todos los sentidos y sobre todo tube la dicha que estube hasta el final de sus días y como él decía vivió a su manera con grandes conocimientos, un esposo ejemplar y un gran hombre de familia como te extraño
ResponderEliminarMí abuelo decía que la montaña es el gran maestro ya que te enseña sobre Geografía, Historia, Antropología, Biología, Astronomía, Botánica, Zoología... en fin, de todo! Estoy de acuerdo con él pero para a mí, él fue el gran maestro. Durante el tiempo que pasamos juntos principalmente en la montaña, o de camino a ella(s), me enseñó 5 cosas que van más allá de tantos nombres de cerros y sus alturas, nombres de ríos y los estados que cruzan, caminos y a donde llevan, nombres de estrellas y las constelaciones que forman, tipos de rocas y como se forman, tipos de plantas, significados etimológicos y curiosidades históricas. A mí, lo que me enseñó mi abuelo fue: 1) aprender a través cuestionar y explorar, 2) compartir lo que uno aprende 3) tener buen sentido del humor, ser humilde y tratar con respeto a todo mundo, 4) siempre asombrarse con la belleza a nuestro alrededor; y la más importante, 5) hacer lo que te hace feliz.
ResponderEliminarMi abuelo tenía razón en cuanto a que la montaña enseña tantas cosas, y que para poder adquirir este conocimiento uno tiene que estar dispuesto y abierto a obtenerlo a través del cuestionamiento y la exploración. Mi versión de su pensamiento se extrapola a la naturaleza en general y sus diferentes aspectos geográficos, incluyendo la montaña, el mar, el cielo, los ríos, y los habitantes de estos entornos. Nada de esto lo hubiera podido comprender sin las enseñanzas de mi abuelo impartidas tanto directamente cuando se tomaba el tiempo e interés de explicarme tantas cosas, así como indirectamente a traves de su ejemplo cada Domingo. Sabes que significa la palabra México? me preguntaba... Cómo es que la gente no sabe lo que significa el nombre de su propio país?! Sabes porqué se llamaba La Malinche? Sabes cómo se llama ese cerro? Sabes qué estrella es esa? Sabes cómo se forman estas rocas? Por donde crees que nos lleve este camino en lugar de aquel?
Mucho se habla del gran excursionista que era mí abuelo. No se habla tanto del gran maestro que también fue. Estoy seguro que muchos de sus alumnos en la escuela en la que impartía clases de Geografía lo sabían y lo apreciaban así. Yo lo sé porque tuve la gran fortuna de ser su nieto. Me enseñó tantas cosas incluyendo que de nada sirve aprender a partir de ese cuestionamiento y exploración si todo este aprendizaje no se comparte. Esto lo hacía un gran maestro y guía. Su memoria y habilidad de compartir lo que sabía era extraordinaria y era capaz de hacerlo con todos, nuevos y viejos amigos, niños, jóvenes y adultos.
Escribió mucho: guías, listas, reportajes de revista, una guía/enciclopedia de México! (junto con otro de mis grandes maestros por cierto - mi papá!). Compartió mucho de su aprendizaje a través de la fotografía y la narración. Ver sus fotos proyectadas desde un carrusel en la mesa de su comedor mientras narraba cada detalle de cada una de ellas era mil veces mejor que ver cualquier película en el cine. Siempre tenía su cámara a la mano, siempre tomando fotos, siempre documentando de forma escrita o visual todo lo que veía y experimentaba, fuera un nuevo paisaje o cerro, o a sus amigos y familiares mientras compartían con él alguna excursión o evento familiar.... Párate!, párate aquí tantito, rápido!.. sólo tomo una foto de este atardecer (en este mismo punto, en esta misma carretera que he recorrido docenas de veces, pero que me sigue maravillando). No importaba cuantas veces hubiera visto el mismo paisaje, él siempre le iba a encontrar algo diferente y hermoso para justificar otra foto (y de las que no se podían borrar). (Continua abajo)
(continuación) Mí abuelo tuvo tanto éxito explorando y abriéndose camino por tantos lugares remotos y no tan remotos, nacionales e internacionales, debido a su gran habilidad de relacionarse con la gente, por su apertura a aprender de ellos y probablemente no tan conciente habilidad de proyectarse como alguien genuino en su interés y convicciones de explorar y simplemente lograr llegar a otra cumbre. Recuerdo una excursión, probablemente la única que hicimos solos él y yo, para subir un cerro en medio de un fraccionamiento muy exclusivo en Acapulco Diamante. Para llegar ahí y después de negociar con el guardia de seguridad, él mismo nos sugirió una 'ruta alterna' para no tener que pasar por la caseta (brincandonos una barda). Llegamos a la cumbre y de regreso para no ser identificados subimos riéndonos al colectivo que sacaba del fraccionamiento a la gente de Acapulco que proporcionaba servicios domésticos en las casas del fraccionamiento... Hijole cuate! Lo hicimos!... mientras a la vez le platicaba a media combi nuestra hazaña que para mí fue comparable con haberlo acompañado a subir el Mont Blanc.
ResponderEliminarLa pasión de mí abuelo eran los cerros, las cumbres, saber todos sus nombres y alturas y conquistarlas todas. Lo demás no importaba tanto y de alguna manera algunos elementos de la vida cotidiana representaban obstáculos para conquistar sus pasiones. Algunos pudieron o pueden hoy en día interpretar esto como un acto egoísta. Al contrario y yo nunca lo ví así. Su pasión pudo haber involucrado cerros, playas, ríos, libros, bicicletas, coches, restaurantes, no me importa. La razón principal por la que mí abuelo es mí héroe es porque él tenía muy claro lo que lo hacía feliz y a su vez lo que lo hacía ser la mejor persona que podía ser, y nada se interpuso en su camino para serlo. Esto es algo que muy muy poca gente tiene la convicción, suerte?, dicha , claridad de realizar. Esta es, desde mi punto de vista, la principal razón por la que mi abuelo, Alfredo Careaga Pardavé, fue tan exitosos y respetado en lo que hizo - el alpinismo. Porque de ninguna manera comprometió su pasión por otras prioridades en la vida incluyendo aspectos de bastante peso como trabajo, familia, amigos, finanzas. El resultado para él y su legado, es y fue, el total opuesto al egoísmo, ya que como lo explique antes, siempre se dedicó también a compartir lo que aprendía durante su búsqueda y realización de su felicidad. Egoístas son los que no comparten su propia felicidad, pasión y aprendizaje. Su compromiso consigo mismo es a su vez la razón por la que tanta gente lo llamo guía y maestro y por la que tanta gente buscaba su conocimiento, la razón la que tanta gente lo acompañó a lo largo de su vida y carrera como excursionista, y por la que lo llamaban amigo, la razón por la que mí mamá y mi papá (gracias a los dos por honrar y continuar de muchas formas con sus enseñanzas) lo quisieron tanto y extendieron su amor por la naturaleza y exploración a mí y mí hermano, y fue también la razón por la que yo trato de extender algo de esto a mis amigos y familiares incluyendo a mis hijos. Su compromiso consigo mismo y su felicidad es la razón por la que yo y muchos fuimos tan felices a su lado, compartiendo tanto y es la razón por la que a dos años de su partida lo extraño tanto. Pero así también es la razón por la que siempre estará conmigo y por la que siempre estaré tan orgulloso de él. Él, siempre franca y claramente lo aceptó y lo manifestó por medio de sus acciones y muy clara y explícitamente cuando cantaba con esa picara expresión en sus ojos - A mí manera!
Aprovecho para también recordar y mencionar a mi abuela Malena, de la cual también junto con mí abuelo aprendí tanto de lo que acabo de mencionar. No me cabe duda que sin ella mí abuelo no hubiera sido capaz de vivir lo que vivió y comprometerse a su pasión como lo hizo. Mi abuela no fue una gran mujer detrás de un gran hombre sino una gran mujer a un lado de un gran hombre. Ella compartía la misma felicidad con mí abuelo y predicaba a través de su ejemplo y narración sus mismas enseñanzas y a la vez crío a su familia. Ella siempre estuvo con mí abuelo (hasta donde la salud se lo permitió), en cada comida los Domingos en lo alto de una nueva cumbre pero también en cada desayuno y cena de Lunes a Sábado, ella se aseguró que los gastos salieran y se puedieran hacer milagros para viajar al extranjero y conquistar caminos y montañas en lugares desconocidos, ella siempre estuvo ahí los Domingos caminando a su lado para llegar a la cumbre y también todos los días de la semana asegurándose que su campamento base - su hogar - siempre les permitiera salir a explorar, aprender, compartir, reír, asombrarse ... ser felices.
ResponderEliminarEl hombre más sabio que he conocido más que un abuelo un padre, guía y protector cada día, cada hora jugando enseñándome a vivir la vida con sus altos y sus bajos momentos, a reírse de la vida y a aprender a sonreír, escucharlo cantar y contar una y otra vez todas esas historias que en vida tuvo la dicha de realizar, ahora se que está de nuevo feliz porque está con mi abuela y con mi mamá además de con todos sus amigos que lo han alcanzado ahora subiendo cada montaña que se encuentra en donde esté, eso gran hombre es mi abuelo Alfredo quien ahora a pesar de su partida me sigue enseñando lo que realmente valen la pena y lo que es necesario dejar en el pasado, la familia sigue recordándoles y pensando que ahora de nuevo es feliz como siempre lo fue
ResponderEliminarSiempre me arrepentiré de nunca haber aprovechado la gran oportunidad que tenía de haber subido algún pequeño cerro aunque fuera , con el ; el poder compartir su conocimiento y su visión, aún así siempre reflejo su pasión y su gusto y siempre fue, es, un ejemplo
ResponderEliminarRecuerdo, alguna vez, hace muchos, muchos años, en nuestros paseos anuales al Puerto de Acapulco, haber visto a mi primo Alfredo dejar por ese dia el disfrute de la playa para dirigirse, lleno de emocion a subir el cerro de La Pinzona. Su mirada era brillante, la mirada del que va a realizar lo que mas ama en la vida. Regreso mas tarde, sudoroso y tostado por el sol, los ojos brillantes y satisfechos. Alfredo conocio la felicidad, la encontraba ahi, en la cumbre de la montaña, frente al sol, frente al cielo, a plenitud. Recuerdo a mi primo Alfredo, ...siempre hablaba de cerros.
ResponderEliminarLo anterior lo escribi yo, su prima Tete.
EliminarMuchas gracias a todos los que pusieron tan gratos recuerdos y pensamientos. Estoy seguro que le hubiera gustado compartirlos, re vivirlos y comentarlos con entusiasmo con todos nosotros. Espero lo hayamos tenido en nuestra mente y memoria, ahora después de estos 2 años. Gracias.
ResponderEliminarQue gusto leer todos y cada uno de sus recuerdos en especial saber cosas que no se cuentan tan seguido y solo espero que esté con sus dos mujeres que tanto amo mi abuelita y mi mamá vas malenas y por la gran pasión de sus fotografías que tanto acomodaba y acomodaba y sus hermosas platicas en las cuales no podíamos hacer nada de ruido ya que las acoplaba con música en su grabadora y como olvidar a la maestra de ortografía osea mi abuelita que todo el tiempo le ayudaba extraordinarias personas gran familia la que tuve
ResponderEliminarEn 1978 don Alfredo Careaga Pardavé, escaló una de las Montañana mas altas de Sinaloa Los Frailes. Esta Montaña es emblemática de San Ignacio, Sinaloa hoy pueblo mágico. Dado que soy el cronista oficial de este pueblo, estoy buscando documentar la expedición que encabezó don Alfredo. Se que publicó un relato en la revista México desconocido, por lo que les solicito ayuda para poder tener alguna copia de su relato y así documentar adecuadamente este importante acontecimiento e integrar la información a los guias de turistas quienes comentan el acontecimiento. Deseamos citar adecuadamente el Nombre y los datos de cuando esta montaña fue escalada por don Alfredo. Muchas gracias por el apoyo. mi correo para para recibir información es manjarrez58@yahoo.com.mx
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